"Estoy muy feliz de estar aquí. Siempre quise ser una boy scout pero
nunca me permitieron ingresar. Creo que eso es jodido. Soy capaz de
encender un fuego. Sé montar una tienda de campaña. Tengo un buen
sentido de la orientación y puedo rescatar gatitos que se hayan subido a
un árbol.
Escuchen, quiero hacer algo bueno por la comunidad. Y lo que es más importante, sé explorar a los chicos.
Así
que pienso que debería ser aceptada como boy scout, y también pienso
que estos deberían cambiar sus estúpidas reglas. ¿Ustedes no? No suenan
demasiado excitados. ¿No creen que deberían cambiar las reglas?
Bien, entonces deben sentarse. Por favor relájense. Vengo con la escopeta montada.
No
voy a hablar hasta que no estén todos sentados. Quiero verlos cómodos
en sus asientos. Traje un libro en el caso de que se alargue y necesite
leer.
Bien, fui una girl scout pero fui expulsada. ¿Quieren saber
porqué? Porque mi falda era demasiado corta, y porque nunca vendí
suficientes galletas. Me comía las galletas. Aquellas pastitas de
mantequilla de cacahuete era buenas.
De todos modos, ya hemos hablado de eso.
Seamos
serios por un momento. Acaban de ver un clip de mi reciente gira,
quizás estuvieran allí, ¿tal vez alguno de ustedes lo vieron en directo?
Pensé que era pertinente mostrarlo esta noche porque para mí ilustra
todo eso de que la intolerancia, homofobia, crímenes por odio, acoso y
otras formas de discriminación siempre parecen ser una manifestación del
miedo a lo desconocido. ¿Verdad?
La mayoría de la gente no se siente
cómoda con cosas que perciben diferentes de sí mismos, y apuesto a que
si se tomaran el tiempo de conocerse los unos a los otros, si hicieran
sus propias averiguaciones, si miraran debajo de la superficie de las
cosas, encontrarían que no somos tan diferentes después de todo.
Estamos
también bajo la ilusión de que con las maravillas de las tecnologías al
alcance de nuestros dedos el mundo se está volviendo más unido, que la
gente se está volviendo más familiar unos con otros, de que las
distancias entre un ser humano y otro se van acortando.
Ahora,
por un lado, eso es verdad. Pero por otro no lo es. Creo que justamente
lo contrario también está ocupando lugar. Porque una imagen no cuenta
mil historias, una imagen cuenta una única versión de mil historias, y
esa supuesta intimidad que creemos que estamos ganando es falsa. Es un
timo, un engaño.
Cree esta pieza de vídeo en mi show porque quería
alarmar y llamar la atención al hecho de que realmente no nos tomamos el
tiempo para conocernos los unos a los otros, y necesitamos hacerlo.
Si
una madre palestina se sentara con una madre israelí para hablar acerca
de los niños y de cuanto aman a sus familias ¿sentirían realmente esa
división entre la una y la otra?
Si el presidente Putin se
sentara en una sala con las Pussy Riot, el probablemente quisiera
joderse a todas, de todos mods es lo que hizo. Y si mantuviera un
diálogo abierto con ellas acerca de su punto de vista como jóvenes
mujeres creativas creciendo en una moderna Rusia ¿habría permitido
realmente que fueran arrastradas a la cárcel por tres años? Piensen en
ello, es simplemente descabellado. Porque ellas criticaron al gobierno.
Y
si este nuevo gobierno religioso en San Petersburgo se sentaran con los
85 hombres que fueron arrestados antes y después de mi show por
mostrarse abiertamente gay, y les preguntaran acerca de sus esperanzas y
sueños de futuro -escuchándoles realmente- ¿estarían en prisión ahora
mismo? ¿habría recibido yo amenazas de muerte? ¿estaría yo enfrentándome
a una demanda de un millón de dólares por apoyar abiertamente a la
comunidad gay en Rusia?
No estoy echándome flores a mí misma, esto es
que tienen que que intentar y comprender esto porque es tan absurdo.
Todo en nombre de Dios. ¿Qué enseñaba Jesús? Está en todos los libros
sagrados. Amar al prójimo como a sí mismo.
De modo que no se puede usar el nombre de Dios o la religión para justificar actos de violencia, para odiar o discriminar.
Pienso
que ustedes comparten mi punto de vista y comprendo que todos los que
estáis en esta sala estáis en la misma sintonía que yo, pero alguien ahí
fuera sigue nadando entre dos aguas -por poco tiempo espero- espero que
estén escuchando.
Cuando pienso en los chicos jóvenes que hoy en
América están siendo acosados y torturados, en los que se han quitado
la vida porque se sentían solos y juzgados, marginados e incomprendidos
me dan ganas de sentarme y llorar ríos de lágrimas.
Siete de esos
chicos aparecían en el vídeo que acabo de mostrarles. Ahora yo tengo
hijos adolescentes, y la idea de que alguno de ellos o de que cualquier
joven tenga que experimentar este tipo de dolor es incomprensible para
mí. Me parece una atrocidad. No lo acepto.
Y no hay diferencia -no
existe diferencia entre esto y una supremacía blanca colgando a un negro
de un árbol antes del movimiento de los derechos civiles. ¿OK? No es
diferente. No existen diferencias entre un talibán pegando un tiro en la
cabeza a una chica por escribir en un blog acerca de la importancia de
[¿tener acceso?] a una educación. No es más loco que ahorcar a un gay
iraní por enamorarse de un hombre.
No sé vosotros, pero yo no
puedo aguantar esta mierda ni un segundo más. Y es por eso que quiero
comenzar una revolución. ¿Estáis conmigo? Estamos en 2013. Vivimos en
América -¿la tierra de la libertad y el hogar de los valientes? Eso era
una pregunta, no una frase.
Pero me encanta la palabra
“valiente”. No conozco a mucha gente valiente. En la canción que acaban
de escuchar canto la línea “es muy difícil encontrar a alguien a quien
admirar”, y esa es la razón que me ha traído hasta aquí, para dar un
galardón a alguien a quien admiro, para reconocer que alguien es
valiente.
Alguien que ha marcado diferencia en el mundo
promoviendo la igualdad y dando voz a la comunidad LGBT. Estoy aquí para
honorarte, Anderson Cooper. "